¿Quién no recuerda unos vasos, vajillas o utensilios de cocina de esta marca en su casa?
Seguro que muchos de vosotros lo habréis visto de pequeños por vuestras cocinas e incluso; puede que algunos conservéis algunas de estas piezas del “Acero del Vidrio”, tal y como rezaba esta publicidad de los años sesenta. Hasta un afamado restaurante de Malasaña (Madrid) El Coco Bar, sigue teniendo estas geniales piezas casi irrompibles entre su “artillería” de cocina. Pero hagamos un poco de historia y buceemos en el marketing y el branding de la marca, que es de lo que hablamos aquí.
Una foto del mencionado Coco Bar luce un plato de Duralex.
Los productos Duralex estaban fabricados con algo prácticamente irrompible, como el Halcón Maltes, con el material que se hacen los sueños… bueno, no exactamente, estaban hechos de cristal templado. ¿os suenan las pantallas y los protectores de los smartphones que usamos hoy día? Pues eso. El cristal templado fue descubierto por la empresa francesa Saint-Gobain, a finales de los años 30.
Al principio el cristal templado se comenzó a usar en el entorno industrial; lunas de vehículos, cristales para fábricas… pero muy pronto comenzó a usarse también en el ámbito doméstico, fundándose así la marca Duralex.
No hay fechas exactas de cuando comenzó a comercializarse la marca en España, aunque a principios de los sesenta ya se podían encontrar en grandes almacenes de las principales ciudades españolas. Fue en 1963 cuando la marca Saint-Gobain implantó su primera fábrica de vidrio en España, en concreto en Azuqueca de Henares (Guadalajara). El impulso que la fabrica dio a la zona no solo se tradujo en más de 500 puestos de trabajos directo, también en infraestructuras y empleos indirectos derivados de la distribución y la venta del producto.
El marketing de Duralex iba destinado, como no, a una ama de casa de una familia de clase obrera, que deseaba tener en su casa las ultimas comodidades a un precio asequible. El periódico ABC acaparó la mayoría de los anuncios en prensa de la época, con paginas enteras con mensajes concisos y directos: “modernice su mesa con vajilla DURALEX”. O lo que es lo mismo: “sabemos que tienes una vajilla antigua y que tu vecina ya tiene una de Duralex, no seas menos”.
“!Duralex el vidrio joven!” no era ninguna mentira, tengamos en cuenta de que antes que llegase esta innovación a los hogares españoles, la mayoría de las vajillas y utensilios eran de loza. La marca lo sabía, como conocía una España con una clase obrera que quería ser como el resto de Europa y olvidarse de una España gris, aunque fuera de puertas de sus casas para adentro.
Así que: podemos decir que la marca francesa en nuestro país basó su marketing en dos puntos: el principio de novedad, crear en su público objetivo la necesidad de tener algo novedoso, estar a la última sin necesidad de empeñarse. Y el otro punto fuerte, sin duda, la calidad y resistencia del producto Uno de los anuncios decía: "Utilícelo como un martillo, déjelo caer, golpéelo, hágalo pasar del hielo al agua hirviendo".
Los anuncios de Duralex en España, desafortunadamente por la coyuntura social de la época, nunca llegaron al nivel de colorido pop de sus coetáneos franceses, pero había grandes joyas de la publicidad de la época.
Volviendo a la historia de la marca a nivel empresarial, los años dorados de esta, fueron sin duda los 60 y los 70. En la década de los 80´s en plena transición con una España con ansia de color y novedades, Duralex se había quedado anticuada. Seguía aguantando el tipo, pero los niveles de ventas no eran para nada los mismos. Los hogares españoles se habían cansado de Duralex; un producto que no se rompía no casaba con una sociedad dispuesta a comprar novedades. Quizás su punto fuerte se acabó convirtiendo en su debilidad.
Después de pasar por diferentes manos empresariales, Duralex parece resurgir durante la crisis de mediados de los 2000, precisamente los hogares demandan productos duraderos y económicos en épocas de crisis, o al menos eso trataba de vender la marca.
Hoy 25 de septiembre de 2020; la marca Duralex ha anunciado oficialmente su quiebra y con ella su final.
Parece que los materiales tan inquebrantables como nuestros recuerdos, no han sido suficientemente sólidos como para mantenerse en estos tiempos tan extraños.