A estas alturas seguro que todos conocéis la historia de la misteriosa foto, que compartió el ex soldado e historiador británico, John Kiszely, a través de su cuenta de Twitter. El gesto de John era, simple y llanamente, mostrar una foto que había recuperado de una vieja caja de fotografías. En ella se ve a un joven médico húngaro, colaborador de las Brigadas Internacionales durante la guerra civil, preparando el cadáver de una mujer; al menos todos los indicios lleván a pensar que no está viva en el momento de la instantánea.
El joven medico de la foto era el padre de John y la mujer era la reportera de guerra, Gerda Taro, esposa de Endre Ernö Friedmann, más conocido como Robert Capa.
John había compartido sin saberlo la última foto de la famosa reportera, Gerda Taro, quien, además de ser pionera de la fotografía bélica, tuvo el triste honor de ser la primera reportera de guerra fallecida en la contienda. La alarma saltó en Twitter cuando una de las respuestas en el timeline del ex soldado británico, planteaba si la mujer de la foto era Gerda.
John Kiscely decía no estar seguro y mostraba el reverso de la foto, las fechas eran confusas, pero a las pocas semanas, el periodista Carlos del Amor, después de realizar un excelente trabajo de investigación, confirmaba que; efectivamente, la mujer de la foto era la reportera.
¿La clave? Una grabación perdida en los archivos sonoros del Imperial War Museum de Londres, contenía una entrevista con el doctor, en la misma se confirmaba la identidad de la mujer.
Por mi parte, seguí la historia desde el principio a través de Twitter y, fascinado por la misma, me puse en contacto vía mail con John Kiszely. Pasaron unos días y la respuesta no llegaba, pensé que el ex militar e historiador habría recibido cientos de mails y mensajes a colación de la foto y que no tendría tiempo de contestar a todos. Y, al fin y al cabo; ¿quién demonios era yo, para que este señor anduviera perdiendo el tiempo contestando a las preguntas de un curioso desconocido?
Error, a los pocos días en la bandeja de entrada había un mensaje suyo. No solo me respondía para darme las gracias por mi mail, también contestaba a mis preguntas, y se mostraba receptivo a cualquier otra duda que él pudiera aclarar.
"Reconozco que no tenía ni idea de quien era Gerda Taro hasta que alguien la mencionó en Twitter", me decía John; "rápidamente me puse a investigar y descubrí que era muy conocida en muchos países, especialmente en España. Desafortunadamente en el Reino Unido muy poca gente ha oído hablar de ella, al menos hasta ahora, espero que esto cambie. Estoy aprendiendo que fue una mujer talentosa, carismática y valiente, sin duda alguna ha sido y debería ser una fuente de inspiración para mujeres y hombres."
En lo concerniente a su padre y a la foto, John explica: "Recuperé la foto de una vieja caja de postales, recuerdos y otras fotos, mi única intención era homenajear a mi padre. Nunca pensé que tendría tanta importancia y esta repercusión. Mi padre se alistó a las Brigadas Internacionales a través de la Cruz Roja, quería luchar contra el fascismo con lo que mejor sabía hacer; salvando vidas. Eso fue durante el año 1937, hasta el final de la Guerra Civil española".
Sentía interés por saber quién había sacado la foto de Gerda, era imposible que lo hubiera hecho su marido, conocido como Robert Capa, puesto que él en esa fecha estaba en Paris.
Me plantee si, quizás la foto la hubiera tomado el reportero y fotógrafo belga Mathieu Corman. Ya que, por fechas y por la foto que este realizó del coche que, en teoría, llevó a Gerda al frente, así podría haber sido. Pero no, la caligrafía del reverso de la foto no coincide para nada con la del belga, ni obviamente las firmas; parece que el autor de la instantánea del doctor y el cadáver de Gerda, de momento, es desconocido. El propio John Kiszely me apunta que también desconoce la autoría de la foto, pero me mantendrá informado si averigua algo.
El reportero Mathieu Corman
El reportero Mathieu Corman, por cierto, bien se merecería un especial, tanto por su obra literaria y fotográfica, como por su vida, pero eso es otra historia.
Regresemos a la figura de Gerda y a aquel fatídico día en los que encontró la muerte. La tarde del domingo 25 de julo de 1937, bajo un bombardeo de la aviación de Franco, cayó de un automóvil en el que se había encaramado, quien sabe si para sacar alguna de sus excelentes fotos. Un carro de combate del ejército republicano, al que ella acompañaba, la arroyó por accidente.
"La muerte de Gerda Taro" según la colección de cromos: True stories of modern warfare (1938)
No falleció en el acto, fue trasladada al hospital inglés de El Goloso, allí murió, sin que el protagonista de la foto con la que empezábamos esto, pudiera hacer nada por ella. Quiso la fatalidad que su deceso fuera unos días antes de su cumpleaños, en el que hubiera cumplido 27 años.
La revista Life haciendose eco de la muerte de Gerda. Paginas 62/63. Agosto 1937
Según el libro, "Inventing Robert Capa" (2013), de Jane Rogoyska, fue ella la que le dio la idea de firmar con seudónimo las fotos a su marido Endre Ernö Friedmann, y quien sabe si sin ella jamás hubiéramos conocido la figura mítica de Robert Capa. La obra usualmente atribuida al fotógrafo es en gran parte suya y es complicado saber, al menos hasta principios de 1937, de quien es cada foto. Fue entre marzo y abril de 1937 cuando Gerda comenzó a firmar sus instantáneas como "Photo Taro" y Endre se quedó definitivamente con la firma de Robert Capa, y con la fama.
Miliciana en Tacones, Gerda Taro © International Center of Photography
Gerda fue enterrada en el cementerio parisino de Père Lachaise, con todos los honores que se merecía, allí fue recibida por: amigos, admiradores y el propio Robert Capa. Años más tarde, en 1942, el cruel destino en forma de soldados nazis, ayudados por algún traidor francés, borró de su tumba el texto que la atestiguaba como heroína caída en la guerra civil española.
Vista general del área del cementerio parisino de Père Lachaise. Photo: FBR 2017
Hoy en día su tumba se puede ver en el citado cementerio parisino (de obligada visita si vais por la capital francesa) con todos los honores (recuperados), que se merece la fotógrafa pionera en el arte de retratar el horror de la guerra.