Comienzos de diciembre de 2017. Las calles de Madrid ya se preparan para la vorágine navideña de cada año. En una de las calles del centro de Madrid, cercanas a Callao, una vieja furgoneta que ha cruzado planicies y montañas para llegar esa noche a la capital ha decidido pararse. Dentro de la misma viajan: Fee Reega y los cuatro músicos que la acompañan para presentar el disco, Sonambulancia (Humo Records). Los viandantes que miran sorprendidos la escena no lo saben, pero en esa furgoneta se hallan todos los elementos necesarios para que la llama del R&R (pongan ustedes la etiqueta que quieran) siga viva: pasión, ganas de escenario, necesidad de tocar sus canciones… y todo ello sin saber si las cosa va a salir bien o mal, es lo que tienen las producciones independientes.
Como ya he comentado alguna vez, las grandes gestas de la historia de la música no se fraguan en grandes estadios, lo suelen hacer a dos metros de ti, aunque el “gran público” no lo sepa.
El concierto no pudo salir mejor, Fee Reega y los suyos se despacharon un concierto que se movió entre la melancolía y la rabia, el humor y el drama, pero, sobre todo: sustentado en la sinceridad y el respeto a los de enfrente.
Como otras veces, Rafael de Arcos, responsable de Indypendientes, me encargó las fotografías del concierto y aquí habéis podido ver algunas. ¡Nos seguimos viendo en primeras filas!
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