La primera videoconferencia tuvo lugar hace más de 50 años, se realizó en la Feria Mundial de Queens, New York. Fue ideada por los laboratorios Bell y posteriormente comercializada por la operadora AT&T. No tuvo el éxito que las compañías esperaban y en pocos años dejó de comercializarse. Durante los años setenta todas las compañías de telefonía auguraban un gran éxito para las videollamadas, llegando a vaticinar que en los 2000 habría más vídeo llamadas que llamadas normales. Se equivocaban. 

Sin embargo, nadie esperaba que una pandemia como la que estamos viviendo iba a ser la mejor aliada para este tipo de comunicación.

El estado de alarma y los diferentes confinamientos nos han cambiado en diferentes aspectos.

A raíz de toda la situación, todos hemos hecho videoconferencias con familiares, amigos, por temas de trabajo y cada vez más se van implantando para muchas situaciones. A nivel laboral son muchas las empresas que, aun pudiendo abrir sus oficinas, están optando porque muchos de sus empleados sigan teletrabajando.

Y en lo tocante a la formación, la formación on-line ha despegado de manera fulgurante y son multitud de cursos los que hay en el mercado, para todos los gustos, de todas las materias y de todas las duraciones. Hay cursos pequeños, que se pueden hacer en unas semanas, otros que son tipo máster, para hacer en meses o un año. Cursos de idiomas, cursos de materias específicas, cursos de cómo hablar en público, cursos de cocina… ¡Todo está al alcance de nuestra mano!

Pero ¿qué pasará cuando regresemos a la “normalidad”? ¿las clases on-line se acabarán? Soy de los que opina que no. Somos muchos los que hemos descubierto una forma de aprender y enseñar a nuestro ritmo, desde nuestra casa y de manera muy ajustada a nuestras necesidades. Por eso, la formación on-line está aquí para quedarse.

Por otra parte, son muchas las personas que, sin haber sido formadores en ningún momento de sus vidas, se han dado cuenta de que tienen muchas cosas que enseñar y se han lanzado a la formación on-line. Y en ese sentido tengo muchos ejemplos de clientes y amigos que han decidido dar este paso, algunos están ganando un sueldo extra y otros están comenzando a vivir de ello. Tal es el caso de mi amigo Ricardo, fotógrafo de profesión, lanzó su propio curso on-line de iniciación a la fotografía artística a mediados del 2020 y ahora mismo en 2021 va por su tercer curso. De momento no es que no se plantee dejarlo, es que ya está viviendo de esto.

También tengo el caso de uno de mis mejores clientes, la empresa Rapinformes, que realiza cursos relacionados con la protección de datos para empresas, ha decidido crear su propia plataforma on-line de cursos. Ya sé lo que estás pensando, “claro, uno es un fotógrafo profesional y los otros son una empresa, yo no sabría sobre que impartir un curso”. Pues te voy a poner otro ejemplo de una persona tan (si quieres llamarla, “normal”) se trata de Eva Sanchez, una mujer que, tras sufrir una ruptura de pareja a causa de una infidelidad, retomó su vida y ha lanzado su primer curso especifico para mujeres que han sufrido una infidelidad en la pareja. Hablando con ella, me comentó que su curso ya ha sido vendido para más de 30 alumnas. Eva está sacándose un sobre sueldo haciendo lo que le gusta; y lo que es mejor: ayudando con su experiencia a mujeres que han pasado por su situación.

Yo lo tengo claro, todo el mundo tiene una historia que contar y esa historia puede ayudar a los demás. Si quieres iniciarte en el mundo de los cursos on-line y quieres compartir tu sabiduría con los demás, debes comenzar desde el principio: sabiéndote grabar con trucos sencillos, hablando a la cámara de manera que enamore y haciendo vídeos entretenidos, que dejen con ganas de más. Te lo cuento de manera sencilla en mi libro GRABAR ES PARA SIEMPRE